Peregrinación Diaria al Purgatorio

FRUTO: Salvar Almas.

Tras el inmenso éxito de difusión de la primera impresión en castellano de esta edición actual de la Peregrinación Diaria al Purgatorio de Santa Margarita María de Alacoque, los cientos de testimonios y comentarios de nuestros queridos lectores sobre la eficacia de este
-breve pero rico- opúsculo de oración para sufragar a las Benditas Almas del Purgatorio, nos han estimulado a realizar una reedición de la obra, la cual presento con sumo agrado -a mayor gloria de Dios y paz de las benditas almas en su segunda edición.

Con gran asombro y satisfacción, descubrimos el hecho de que nuestro padre el Beato Alberione, Fundador de la Sociedad de San Pablo y los demás Institutos de la Familia Paulina, difundió la devoción del «Piccolo giro» o«Giro quotidiano in purgatorio uniti al Sacro
Cuore di Gesù» incluyéndola en su libro de 1932 «Per i nostri cari defunti» (G. Alberione, San Paolo, Alba). ¡Este texto es la versión italiana de nuestra Peregrinación Diaria al Purgatorio!
Si el Padre Alberione -el santo el profeta de la comunicación en el siglo XX- rezó tantas veces la Peregrinación Diaria al Purgatorio y nos lo propone como ejercicio de verdadera devoción al Sagrado Corazón de Jesús en favor de las Almas benditas, tenemos la certeza de que esta es una oración eficaz, que cuenta con el aval del Carisma y la Espiritualidad Paulina.

Por eso, hemos querido para esta reimpresión mejorar los acabados de la portada y reestructurar parcialmente el esquema de la obra presentada originalmente. Los ejercicios diarios que se han suprimido o abreviado, han sido colocados aparte en un apéndice, para aquellos que quieran alargar su ‘visita’ al Purgatorio para consolar a las benditas almas y sensibilizarnos con el recuerdo de que un día, también nosotros, moriremos. Encomiendo a la buena madre de Dios, bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte Carmelo, los frutos espirituales de todos los que oren con este corto, sencillo y piadoso ejercicio de devoción por el descanso de nuestros queridos difuntos. Uno sus intenciones a las del Corazón de Cristo, y las asocio sobre todo, al Santo Sacrificio de la Misa: el mayor regalo que podemos dar a nuestros seres amados que ya partieron.

Con mi bendición. Affmo. en San Pablo,

R.P. José Torres, SSP